El Santo Grial de toda compra: bueno, bonito, barato.
Pues con este aparato nos quedamos sin conseguir ese objetivo, para que lo tengas claro desde el principio.
* ¿Es bueno?
Sí, con matices.
Lo mejor que tiene, al menos desde mi punto de vista, es el modo silencioso. Mucho más silencioso que otras alternativas, permitiendo aun así una buena velocidad de calentamiento de la habitación. Habitación pequeña, ojo. El baño, que es para lo que creo que buena parte de nosotros lo usa, lo calienta sin demasiado problema en no demasiado tiempo… a menos que tengas un baño enorme en tu mansión, en cuyo caso no seas rata y pon calefacción también ahí, porque con esto no lo arreglas.
El problema es, quizá, querer abarcar demasiada versatilidad y quedarse corto en características que lo posibiliten. Dicho de otro modo, si quiero calentar el baño rápido, hay un sinfín de productos que hacen eso mismo aunque suenen más alto y no tengan un diseño tan elegante. Si quiero calentar el salón en silencio, este aparato no es el idóneo para ello.
– ¿Controles táctiles? Muy moderno, pero innecesario o incluso contraproducente.
– ¿Sistemas de seguridad? Muy buena idea… pero para el uso habitual de estos aparatos yo no veo hasta qué punto es realmente necesario. Para quien sí lo valore, este punto le diferencia de otros modelos.
– ¿Varias potencias y modo silencioso? Buena idea, pero a la hora de la verdad… ¿quién va a usar esto como calefacción del salón o el dormitorio?
– ¿Control con app? En el modelo superior, en este no.
– ¿Estética? Indudablemente más bonito que la gran mayoría, pero ¿lo compras para mirarlo o para calentar?
Sin embargo, ¿detalles que podrían hacerle destacar?
De eso se han olvidado (o lo han dejado para su hermano mayor): programación de tiempo de apagado (y/o encendido), activación/desactivación automática por termostato, control de temperatura en vez de modos, radiar calor no solo por una ventanita como todos los demás, sino con un ventilador para casi 360 grados o al menos unas lamas oscilantes que dirijan el aire de un lado a otro y cubran más espacio, ajustar la dirección vertical del flujo del aire…
El resultado es un aparato que, aun haciendo muchas cosas bien (calienta rápido, tiene varias posiciones de potencia para que decidas si prefieres algo de ahorro o alcanzar la temperatura más rápido), no añade suficiente valor extra como para justificar su compra comparado con otros modelos más económicos, aunque objetivamente peor construidos, menos estéticos y con menos opciones, pero que hacen su trabajo principal más o menos igual de bien.
* ¿Es bonito?
Precioso. Muy elegante y discreto. Si no fuera porque estoy casado, le pedía matrimonio a él, el calentador de aire más guapo de todos. Pero una vez que superas ese periodo de atracción física… ¿dónde está el amor, eh? Pasarte el día mirando lo bonito que es, durante la luna de miel es normal… pero, ¿y después?
* ¿Es barato?
Haz como que no me has visto. Valóralo tú mismo.
En resumen, no se puede criticar la calidad de construcción ni lo bien que hace su función, pero, aunque apunta a querer ser versátil, no llega a tener las características que le otorgarían ese estatus, reservandolas para sus hermanos mayores. Y sin eso, mirando su uso práctico, hay otros aparatos que cumplen poco más o menos igual de bien, pero que le ganan en utilidad/precio.
Si valoras la estética y el silencio, puede ser quizá de lo mejorcito que vayas a encontrar. Aunque yo entonces me pensaría si quizá no merece mas la pena el modelo superior a este. Si te inclinas más por la practicidad, quizá no sea para ti.
Mi justificación para la calificación es: 1 estrella menos por esa relación utilidad/precio, 1 estrella menos por decisiones de diseño que considero poco equilibradas dada el escalón en el que se sitúa este modelo respecto a los demás de esta gama de Philips.
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Sobre Vine: Son productos gratis… pero debo declararlos como ganancia.
Si Hacienda no perdona, yo tampoco: publico la opinión que tengo, con o sin Vine.
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