Se trata de un termostato de pared con wifi, es decir, que además de controlarlo desde el propio termostato, podemos hacerlo desde el móvil, algo muy útil si viajamos o tenemos una segunda residencia, ya que podremos encender la caldera a distancia y encontrarnos la casa caliente cuando lleguemos.
Viene en una caja bastante pequeña y colorida que, sin ser tampoco nada del otro mundo, es una presentación correcta si lo queremos para regalar. Dentro de la caja encontramos el termostato con su placa de montaje, la documentación con las instrucciones (escritas sólo en inglés) y unos tornillos.
El modelo que me he quedado yo es el de color blanco, que es el que queda mejor con mi decoración y que creo que también encajará mejor con la mayoría de casas, salvo que la tengamos con un estilo industrial muy marcado, que entonces si puede quedar mejor el modelo en negro. El diseño es bonito, muy moderno, elegante y minimalista. Tiene un tamaño muy parecido a un enchufe o un interruptor de la luz (contando el embellecedor), por lo que es bastante discreto.
La instalación es bastante simple. Hay que tener cuidado de conectar los cables correctamente en el lugar que deben ir, pero no hay mucho misterio. Lo único que hay que tener en cuenta y que es bastante importante, es que hay que conectarlo con cable a la red. Así que antes de comprarlo, te recomiendo que mires si el que tienes actualmente va con cable o con pilas, porque si va con pilar y no tienes los cables, este termostato no te servirá o tendrás que hacer obra para pasar cables, lo cual, en mi opinión, no merece la pena.
Los controles son intuitivos: una ruedecita para elegir la temperatura, que a su vez también es un pulsador para encender y apagar, y un par de botones táctiles que responden bien al tacto y que nos permitirán cambiar de programa. El tacto de la ruedecita, no es malo, pero tampoco me ha acabado de gustar del todo, me da la sensación como si alguna pieza rascara un poco por dentro, pero no lo hace siempre, solo algunas veces. Es algo sutil, que no sé si pasará en todas las unidades, pero es una sensación rara.
Además, han tenido la idea de poner ahí el nombre de la marca y, depende de como gires la ruedecita, te quedan las letras torcidas o boca abajo. Apenas se nota, porque son unas letras muy discretas y no deja de ser un detalle menor, pero que puede incomodar un poco a los más perfeccionistas.
Si queremos controlarlo a distancia, debemos tener en cuenta que, el lugar donde esté instalado el termostato, le llegue bien la señal de wifi. En el móvil deberemos descargar la aplicación SmartLife, que no es propia de este fabricante, sino que es una app genérica de muy conocida y que seguramente ya conocerás si te interesan los temas de domótica. El proceso para añadir el dispositivo es el habitual, no hay mucho secreto, y una vez lo tienes en el móvil, la interfaz y la información que da no está tan cuidada como otros fabricantes que usan una app propia, pero puedes hacer las funciones básicas que, al fin y al cabo, es lo que realmente se acaba usando.
En definitiva, creo que es un termostato para aquellos que busquen algo sencillo y barato, sin grandes pretensiones, pero con un diseño moderno y que se pueda controlar desde el móvil. Eso sí, es muy importante tener en cuenta el tema del cableado antes de comprarlo, porque no es compatible con todas las instalaciones.
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