Compré esta cafetera superautomática hace aproximadamente 4 meses con mucha ilusión, y durante las primeras semanas el resultado fue muy bueno: cafés con una crema densa, sabor equilibrado y buena temperatura. Me sorprendió gratamente y creí haber acertado con la compra.
Sin embargo, al cabo de unos dos meses el rendimiento empezó a decaer. El café comenzó a salir mucho más líquido, sin apenas cuerpo ni crema, incluso utilizando siempre la misma variedad de grano de buena calidad. El sabor se volvió más aguado, y la experiencia ya no era la misma.
Utilizo siempre agua de garrafa con bajo contenido en sodio, como recomienda el fabricante, y realizo un mantenimiento bastante cuidadoso. A pesar de ello, a los dos meses ya me pidió hacer la descalcificación, cosa que me sorprendió teniendo en cuenta el tipo de agua que uso y el poco tiempo transcurrido. Hice el proceso completo con el líquido descalcificador oficial.
Lamentablemente, tras la descalcificación el problema persiste: el café sigue saliendo muy claro, casi sin crema, y sin esa textura rica que ofrecía al principio.
He intentado ajustar el molinillo girando la rueda para hacer la molienda más fina, pero no ha habido ninguna mejora apreciable. Incluso en su punto más fino, el café sigue saliendo igual de flojo.
En resumen, mi experiencia ha sido decepcionante. Lo que al principio parecía una gran máquina, ha acabado ofreciendo un café que no está a la altura del precio ni de lo esperado en una cafetera de esta gama. Me parece una máquina inestable en cuanto al rendimiento, y me planteo contactar con el servicio técnico, ya que no es normal que en tan poco tiempo se haya degradado tanto la calidad del resultado.
Una pena, porque cuando funciona bien, el café es excelente. Pero en mi caso, la buena impresión inicial no se ha mantenido en el tiempo.
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